Noticias

Nuevas evidencias sobre el tejido cicatricial del corazón podrían mejorar el tratamiento tras un infarto

- Campus Can Ruti, Investigación

Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) ha dado un paso adelante en la comprensión de la compleja estructura de las cicatrices cardíacas que se forman tras un infarto de miocardio. Utilizando un modelo porcino, el grupo encontró una asociación entre patrones eléctricos específicos y características estructurales de la cicatriz, lo que ofrece un nuevo enfoque que podría guiar tratamientos más precisos y eficaces para las arritmias. Los resultados se han publicado en la revista Heart Rhythm.

Un infarto de miocardio deja tejido cicatricial en el corazón. Sin embargo, no todas las cicatrices son iguales. Existen diferentes subtipos que pueden variar significativamente en su composición y estructura. En algunos casos, estas cicatrices postinfarto pueden derivar en peligrosas alteraciones del ritmo cardíaco conocidas como arritmias ventriculares malignas. Uno de los principales retos es identificar qué cicatrices tienen el potencial de desencadenar estas arritmias potencialmente mortales, y en qué parte exacta de la cicatriz se localiza el circuito eléctrico anómalo.

Nuevas estrategias de ablación cardíaca para tratar las arritmias malignas

Para abordar las arritmias ventriculares malignas, los profesionales médicos recurren a un procedimiento denominado ablación con catéter, que tiene como objetivo localizar y eliminar las zonas específicas del tejido cicatricial responsables de alterar el ritmo cardíaco. Dado que las cicatrices pueden ser muy extensas, no es viable ablacionar toda el área, lo que hace esencial identificar con precisión el circuito responsable. A pesar de los avances tecnológicos, el tratamiento de las arritmias asociadas a cicatrices sigue teniendo un éxito limitado. Por ello, se requieren nuevas herramientas y estrategias para caracterizar mejor el tejido cicatricial y comprender los circuitos implicados con el fin de mejorar los resultados clínicos.

En un nuevo estudio publicado en Heart Rhythm, investigadores del Instituto del Corazón Germans Trias (iCor) y su unidad de investigación, la Unidad de Insuficiencia Cardíaca y Regeneración Cardíaca (ICREC) del IGTP, utilizaron una técnica llamada mapeo de impedancia local para comprender mejor cómo los diferentes tipos de tejido cicatricial contribuyen a las arritmias. Basándose en trabajos anteriores, el equipo se propuso describir y evaluar la composición del tejido de distintos subtipos de cicatriz en corazones infartados.

Los investigadores combinaron imágenes por resonancia magnética cardíaca (RMN) con un análisis histológico detallado y se centraron en cómo los distintos patrones de impedancia local -es decir, cómo responde el tejido cicatricial a la corriente eléctrica- se relacionan con la estructura subyacente del tejido. Aunque investigaciones previas del equipo ya habían demostrado que ciertos patrones de impedancia se asociaban a un mayor riesgo de arritmias y podían ayudar a localizar los circuitos responsables, se sabía poco sobre las características tisulares detrás de estos patrones. Dado que las propiedades eléctricas del tejido dependen de su composición, se esperaba que los distintos patrones reflejaran diferentes tipos de tejido cicatricial.

Los resultados confirmaron esta hipótesis. Las regiones con baja impedancia local (lo que indica baja resistencia eléctrica) estaban generalmente compuestas por tejido cicatricial denso y maduro que afectaba todo el grosor del músculo cardíaco. En cambio, las zonas con impedancia intermedia presentaban una estructura más heterogénea. Estas contenían una mezcla de tejido fibroso, células cardíacas viables y vasos sanguíneos conservados, y tendían a afectar una porción más reducida de la pared cardíaca. Curiosamente, estas regiones intermedias solían alinearse con los corredores de la zona limítrofe visibles en las imágenes de RMN, zonas que se sabe participan en los circuitos de arritmia.

Implicaciones clínicas y próximos pasos hacia la aplicación clínica

Júlia Aranyó, primera autora del estudio, explica: "Este trabajo se enmarca en el esfuerzo por caracterizar mejor el tejido cicatricial tras un infarto de miocardio. Con herramientas que permiten ver no solo dónde está la cicatriz, sino qué tipo de cicatriz es, estamos un paso más cerca de personalizar los tratamientos para cada paciente. Este estudio podría aportar nuevas estrategias, ayudar a reducir el tamaño de la ablación requerida y mejorar los resultados". Añade además que "la evaluación de la impedancia local del tejido podría ser útil para predecir la calidad de las lesiones de ablación, lo cual se asocia directamente con el éxito del procedimiento. Así, la caracterización de la composición tisular podría ayudar a perfeccionar la forma en que se aplican los tratamientos en el futuro".

Será clave continuar con investigaciones adicionales y desarrollos técnicos para validar y automatizar el mapeo de impedancia local, lo que permitirá su aplicación clínica. Dado que este estudio se llevó a cabo en un modelo preclínico de infarto de miocardio, serán necesarios estudios clínicos en humanos para confirmar la reproducibilidad de los hallazgos y evaluar los beneficios clínicos potenciales de esta técnica.

Referencia

Aranyó J, Martínez-Falguera D, Teis A, Fadeuilhe E, Rodríguez-Leor O, Bazan V, Sarrias A, Tebe C, Villuendas R, Delgado V, Bayés-Genís A, Gálvez-Montón C, Bisbal F. Tissue characteristics underlying endocardial local impedance subtypes in chronic myocardial infarction. Heart Rhythm. 2025 May 16:S1547-5271(25)02440-3. DOI: 10.1016/j.hrthm.2025.05.017.

Financiación

Este trabajo ha sido parcialmente financiado por el Ministerio de Ciencia y Competitividad-MICINN (PID2021-124703OB-I00) y el Instituto de Salud Carlos III a través de las ayudas CIBERCV (CB16/11/00403) y Red RICORS (PI21/01703), en el marco del Plan Nacional de I+D+i. También ha sido cofinanciado por la Subdirección General de Evaluación del ISCIII y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), AGAUR Generalitat de Catalunya (2021-SGR-01437) y el Institut Català de la Salut. Este trabajo también ha contado con una ayuda del fondo JMC Legacy Research del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (2021_45).